4 feb 2014

Preparación del espacio de trabajo y herramientas para el modelado con masilla bicomponente

 
En algún momento nos atreveremos a modelar nuestras propias piezas o complementos para las figuras que pintamos. La mejor manera de perder el miedo -si lo tenemos- es practicando. Cada material tiene unas características que determinan cuestiones como el tiempo óptimo para la manipulación, el tiempo de secado y sus condiciones, la posibilidad de modelar o esculpir detalles, etc.

En este 'post' intentaré exponer algunas cuestiones que quizá puedan servir de ayuda a alguien que desee hacer unos primeros pasos empleando para modelar la masilla Magic Sculpt. Empezaremos con la preparación del espacio de trabajo y los útiles más o menos imprescindibles.

Como se aprecia en la parte izquierda de la fotografía superior, la resina, que en realidad es el material que se emplea para modelar, está en un recipiente, mientras que la pasta que sirve para que aquella endurezca está en otro. Si somos precavidos y no los sometemos a los efectos del calor o del frío extremos o de la humedad tienen una vida útil muy larga.

Además de los dos componentes, hay que tener a mano polvos talco, vaselina, recipientes para verter líquidos, herramientas para modelar (por ejemplo, buriles, palillos, pinceles con punta de goma, espátulas con diferentes acabados -como las de un juego de dentista) y para cortar (cuchillas y regla de aluminio o similar por si tenemos que realizar cortes rectos). También resulta útil el papel de aluminio y una base de cartón o de otro material suficientemente lisa. Y, aunque no aparecen en esta imagen, no debemos olvidar el aceite corporal (o alcohol), pegamento y un pincel o varios de cerdas suaves.

En este hilo hablaremos de cómo conseguir tiras finas sin marcas. Dejaremos para otro post el trabajo de texturas. Veamos, pues, cómo puede emplearse cada elemento para ese cometido.

Para empezar, procuremos trabajar sobre una base lisa, sin textura, sobre la que podemos colocar un trozo de papel de aluminio. Yo he puesto un trozo de cartón de cierta dureza, por si tengo que realizar alguna presión o corte. Las superficies fabricadas para cortar también son óptimas, pero tenemos que tener cuidado de que no estén tan marcadas que no sean lo suficientemente planas como para obtener una fina capa de masilla lisa y sin marcas.


Luego, espolvoreamos polvos talco sobre el papel de aluminio y los repartimos y esparcimos por encima con los dedos de manera que no queden grumos. El talco impedirá que la masilla quede pegada a la superficie que usamos para modelar.



A continuación, nos untamos las manos con vaselina. Esto hará que la masilla no se pegue a nuestros dedos mientras la manipulamos.


Es el momento de coger un poco de cada uno de los dos componentes de la masilla Magic Sculpt. La resina tiene un color gris claro, mientras que el elemento endurecedor es más oscuro, de un color verde pastel.


En general, se aconseja que la proporción sea más o menos la misma. Pero si queremos tener más tiempo para el modelado y la manipulación de la masilla, porque tenemos que hacer varias piezas, o porque el trabajo con alguna de ellas es delicado y exige un trabajo más pausado, simplemente basta con variar la proporción y poner menos componente endurecedor.

Mezclamos bien hasta conseguir una pasta homogénea del mismo color (un verde gris o un gris verde, según se mire) que aplanamos cuanto podamos con los dedos y que extendemos sobre la superficie de papel de aluminio (de acuerdo con la delgadez que queramos obtener, claro). Hay quienes en lugar de poner polvos talco sobre el papel de aluminio lo harían en una bolsa de plástico en la que también introducirían la pasta de modelar, trabajando sobre ella desde fuera. Es otra buena opción.


Ahora ya podemos aplicar algún instrumento a modo de rodillo para adelgazar la masa hasta obtener el grosor deseado de acuerdo con las características de la superficie que queramos reproducir. Esto vale tanto para uniformes como para partes de carros blindados, armas, muebles, paredes o cualquier otra cosa que queramos modelar.

 
Siempre estamos a tiempo de espolvorear más talco sobre el papel de aluminio y de humedecer los dedos con vaselina para evitar que la pasta se pegue a la herramienta que haga las veces de rodillo.

 
De este modo, conseguiremos reducir la masilla hasta obtener una capa tan delgada como queramos -hasta cierto límite, claro- y que podremos cortar o manipular con las manos o con las herramientas citadas anteriormente.
 


Para acabar, sin embargo, me parece importante decir que la misión del aceite corporal (otros modelistas emplean alcohol, saliva o incluso agua) es la de trabajar sobre la masilla mientras se modela con pinceles con punta de goma -u otras herramientas para modelar- y con pinceles de cerdas finas impregnados con dicha sustancia con la intención de no dejar rastro de señales como muescas o bien huellas digitales y tener que arriesgar el modelado de una buena forma o detalle al someterlo a un lijado posterior para quitar esas marcas indeseadas.


Y de momento lo dejamos aquí. En otros hilos entraremos en detalle en la elaboración de prendas o complementos una vez hayamos obtenido esas finas capas de masilla.

¡Un saludo!

KPG